
Los jóvenes se dirigían hacía una isla y el agua comenzó a filtrarse debido al sobrepeso por tantas personas que había arriba de la embarcación.
En un barco que salió desde el Club Náutico Paraná en dirección a la Isla Bonita viajaban más de 25 jóvenes en plan fiesta. Debido al sobrepeso que registró la embarcación comenzó a ingresar agua por la popa y el barco casi se hunde.

Según el protocolo estipulado por Gendarmería las embarcaciones solo deben ocupar la mitad de su capacidad, pero -sin controles- en este caso particular estaba sobrepasada.

Según lo dispuesto, es el club quien deberá afrontar las consecuencias por haber despachado la embarcación en esas condiciones. En tanto, los jóvenes debieran abandonar el barco en el río ante la posibilidad de que se hundiera.
Durante el fin de semana se registraron varias fiestas clandestinas en la zona.