
A bordo de un yate había 14 personas. Los tripulantes no respetaba la distancia social y la embarcación tenía vencidos elementos de seguridad para la navegación.
El operativo comenzó cuando efectivos de Prefectura observaron un grupo de embarcaciones con demasiada gente a bordo que rodeaban a un yate. Fue a la altura del Arroyo Anguila y sin respetar el distanciamiento social. Era una fiesta clandestina en el río.

De inmediato fueron al lugar guardacostas, botes semirrígidos y motos de agua, con personal especializado que patrulla el Delta del Paraná en tareas de prevención durante los fines de semana para evitar accidentes y proteger a la población durante la pandemia.
Los tripulantes del yate no colaboraban, así que las autoridades lo abordaron y comprobaron que -además de no respetar la capacidad máxima permitida para la embarcación- tenía la matrícula vencida y ningún elemento de seguridad en regla.