El Rengo Pacheco tenía un bunker narco debajo de la casita de juegos en el jardín de su casa

El increíble hallazgo fue dentro de la casa de uno de los narcos más peligrosos del país, detenido en mayo pasado junto a su mujer y su hijo. MIRÁ LAS IMÁGENES.

En una propiedad ubicada sobre la calle Zapiola al 1036, en Paso del Rey, la Policía Bonaerense encontró este martes un búnker narco enterrado a cinco metros de profundidad al que se accedía por una coqueta casita de juguete ubicada en el jardín.

El dueño de semejante infraestructura -construida en hormigón, con dos oficinas y dos cajas de seguridad llenas de documentaciones de sociedades- es Javier Alejandro Pacheco (47), más conocido como “El Rengo”, uno de los narcos históricos y más pesados de San Martín.

Luego de décadas de impunidad, peleas sangrientas por el poder en la Villa 9 de Julio y causas que no llegaban a nada, Pacheco cayó finalmente a fines de mayo en un operativo ordenado por el juez federal de Morón Jorge Rodríguez. Tras él fueron detenidos también, su mujer y su hijo.

A fines de mayo, cuando se realizaron los primeros allanamientos, la casa de la calle Zapiola fue revisada, pero en los últimos días los investigadores de la Delegación Departamental de Investigaciones de Tráfico Ilícito Ezeiza -a cargo de la investigación- recibieron información de escuchas que indicaban que en las propiedades del “Rengo” había más de lo que se notaba a simple vista.

Con scanners se recorrieron los puntos sospechosos y encontraron un llamativo respiradero, que desembocaba en un acceso subterráneo al que se accedía a través de una casita de madera. Primero rompieron el piso y allí encontraron como una trampilla que se abría con facilidad. Esta daba acceso a una escalera con peldaños de hierro amurados. Cinco metros más abajo esperaban otras sorpresas: una mesa, sillas, dos habitaciones y dos cajas fuertes más, una grande y una chica, que se encontraron vacías.

Si bien este martes la Policía no encontró dinero en efectivo ni drogas en el búnker, sí secuestro en estas “caletas”- como los narcos colombianos denominan a los escondites- documentación de diversas sociedades del clan Pacheco, algunas radicadas en el Uruguay. Donde había más carpetas comerciales fue en una caja fuerte portátil que había sido amurada en la pared de una ducha de uno de los baños de la casaquinta. Hubo que romper loz azulejos a mazazos para recuperarla.

Read Previous

Alberto Fernández participa de los actos por el bicentenario de la muerte de Miguel de Güemes

Read Next

Christian Eriksen deberá ser operado del corazón: se le implantará un desfibrilador automático