Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
El acusado más comprometido por la evidencia reconoció haber pateado a alguien, pero dijo que no sabe a quién ni cuántas le asestó. En la reconstrucción que hizo de la historia a él lo agreden primero.
“Quiero pedir disculpas porque jamás se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien. Escuché varias cosas sobre mí, cosas en las que no me reconocía. Hablaron con tanto odio. Me lastima saber que estuve en ese lugar, esa noche”. Las palabras de Máximo Thomsen -tal vez el más comprometido de los acusados por el homicidio de Fernando Báez Sosa- resonaron en Dolores
El rugbier declaró espontáneamente tras escuchar las palabras de su madre, quien contó sus penurias. Motivado por el drama que vive su mamá, el hijo habló por primera vez. “Y cuando salgo estaba tirado en el piso, bordó, no podía respirar por la nariz. Me quedé insultando a los del boliche porque quería entrar. En eso veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida. Cuando veo eso lo primero que hago es salir a correr atrás de él y cuando me meto me pegan una piña en la cara. Reacciono tirando patadas, no sé a quién o a dónde, pero jamás en la vida con intención de matar a alguien. Desde hace tres años vengo escuchando que yo organicé, que yo soy lider. Era una persona contra muchos. No tuve dimensión. Alguien me puso una mano en el pecho y me dijo “basta” y me quedé parado ahí. Y como nadie hizo nada me fui”
Graciela y Silvino, los padres de Fernndo Báez Sosa, y habían abandonado la sala