Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Además de la vice, hubo otras figuras políticas como Leandro Santoro, Clara Muzzio y el Nobel Adolfo Pérez Esquivel, a quienes nadie atacó.
En la noche del lunes, la vicepresidenta de las fuerzas del cielo, Victoria Villarruel, se dio un baño de masas y le enrostraron su afinidad con los responsables de la dictadura cívico militar del ’76 cuando asistió a la misa de despedida del Papa Francisco en la Basílica de San José de Flores. Lo que debía ser un momento solemne y de recogimiento se transformó en una escena tensa, con abucheos y cánticos dirigidos en su contra por decenas de personas presentes.
La ceremonia, encabezada por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, reunió a unas mil personas que se congregaron para rendir homenaje al pontífice. Bajo la premisa “Por el eterno descanso”, el evento contó con la presencia de varias figuras del ámbito político argentino. Sin embargo, fue la llegada y salida de Villarruel lo que capturó la atención y generó divisiones.
Al salir de la basílica, Villarruel fue recibida con gritos de “Llevátela” y cánticos que la tildaban de “nazi”. La tensión escaló rápidamente, y la vicepresidenta tuvo que ser escoltada por un equipo de seguridad hasta su vehículo. “Como a los nazis te va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”, coreaban algunos autoconvocados, reflejando la bronca y el dolor con su presencia.
Villarruel, famosísima por su postura negacionista respecto a la dictadura militar argentina, intentó mantener un tono conciliador en medio del tumulto: “Solo recogimiento y acompañar a los católicos y al pueblo argentino en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro Santo Padre. Solamente quiero hablar hoy de lo que fue el papa Francisco”, expresó mientras descendía las escalinatas de la iglesia bastante nerviosa y apurada.