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El éxodo de jugadores argentinos al vecino país crecen a pasos agigantados. Se llevan jóvenes promesas que, seducidas por dólares frescos, dan ese paso.
Fausto Vera, Martín Ojeda, Giuliano Galoppo, José López. Y ahora Braian Romero. Los argentinos desembarcan en el Brasileirao, que con su poderío económico cruza la frontera para llevarse a los valores más prometedores del mercado local.
El delantero de River fue vendido al Inter de Porto Alegre, que pagó un millón de dólares por el 50 por ciento de la ficha del jugador de 31 años. 15 goles en 52 partidos jugados y dos vueltas olímpicas avalan el traspaso de un jugador que no sería protagonista en el armado de Marcelo Gallardo.
El volante central de Argentinos Juniors, de 22 años, es una de las apariciones más interesantes del fútbol argentino. Ahora defenderá la camiseta del Corinthians por una cifra cercana a los 7 millones de dólares por el 80 por ciento del pase. La oferta es tentadora: dólares frescos + porcentaje del pase a futuro y la Copa Libertadores, donde el Timao se enfrentará al Flamengo.
Galoppo, en tanto, fue el primer jugador sudamericano vendido en criptomonedas. El San Pablo pagó 8 millones de dólares más el 10 por ciento de una futura venta por el jugador surgido de Banfield. Allí lo espera su compatriota Jonathan Calleri.
José Manuel López, el goleador que surgió de Lanús, fue adquirido por el Palmeiras -bicampeón de América- en una cifra cercana a los 10 millones de dólares por el 70 por ciento del pase. El Verdao también se llevó al uruguayo Miguel Merentiel, goleador de Defensa y Justicia. El caso de Martín Ojeda es distinto: Botafogo, interesado en su pase, pero el club mendocino pretende que el ex Ferro y Racing se quede hasta octubre. Las negociaciones están trabadas en este punto.
Matías Zaracho y Nacho Fernández en Mineiro, Fabricio Bustos en Inter, Calleri en San Pablo, Germán Cano en Flluminense. El Brasileirao cada vez más poblado de argentinos.