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Fue 1 a 0 frente a Atlético Mineiro. El equipo de Boedo, plagado de juveniles, dominó durante todo el partido y mereció mejor suerte.
San Lorenzo viajó a Belo Horizonte sumido en una grave crisis institucional y deportiva. Marcha entre los puestos del fondo de la tabla en el torneo local y, en su once inicial, hay pibes que debutaron hace menos de un mes en Primera División.
Así y todo el Ciclón impuso condiciones futbolísticas dentro de la cancha y sometió a Atlético Mineiro, pero un córner convertido en gol por Rodrigo Battaglia puso el 1 a 0 y selló la suerte azulgrana, que mereció mucho más. Como estadística: los argentinos tuvieron 12 remates al arco y los brasileños apenas 3
Arias, Sosa, Báez, Irala, Leguizamón. Chicos surgidos del club que hicieron sus primeras armas en una copa internacional y que estuvieron a la altura de las circunstancias. El delantero paraguayo, tal vez el de mayor experiencia entre los surgidos de Inferiores, estrelló un remate en el travesaño que pudo haber cambiado todo. Por la izquierda, Matías Reali estuvo imparable para los defensores brasileños, que recibieron la típica ayuda localista cuando el referí decidió no expulsar a Ottavio tras un terrible planchazo a Tripichio.
Párrafo aparte para la represión de la policía a los hinchas de San Lorenzo, una constante que todos los simpatizantes argentinos deben afrontar en el vecino país. Eran aproximadamente mil, pero los uniformados ingresaron a la tribuna y lanzaron gases que paralizaron el juego por algunos minutos.