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Los más significativos son Munir y Hakimi, que nacieron en España y la eliminaron del Mundial,
En un mundo globalizado, no es raro que jugadores que nacieron en un país terminen jugando para otro. En Argentina, el caso Alejandro Garnacho es testigo de esta situación. Marruecos, que acaba de dar el batacazo al eliminar a España en los octavos de final del Mundial, es el ejemplo más cabal de esta representación: 14 de sus jugadores nacieron en otro país.
Los más significativos son Munir y Hakimi, que nacieron en España y la eliminaron del Mundial. El primero nació en Melilla y asegura sentirse bien español; el segundo incluso fue citado por La Roja. Entrenó un par de veces con el equipo y desistió de jugar para los ibéricos para representar al país de sus padres. Es quien marcó el penal decisivo.
Cuatro de los marroquíes nacieron en Países Bajos. Dos de los más talentosos: Mazraoui y Ziyech. Los dos decidieron desde chiquitos que representarían al país africano. Por ese motivo rechazaron la convocatoria de la Naranja. Marco van Basten calificó de “estúpido” a Ziyech por tomar esta decisión.
Hay tres jugadores que nacieron en Francia y tres en Bélgica. Uno nació en Italia y el héroe de la serie de octavos, el arquero
Hay tres jugadores que nacieron en Francia y tres en Bélgica. Uno nació en Italia y el héroe de la serie de octavos, el arquero
Hay tres jugadores que nacieron en Francia y tres en Bélgica. Uno nació en Italia y el héroe de la serie de octavos, el arquero Yassine Bounou, nació en Canadá, aunque a los ocho años volvió a Marruecos, país que decidió representar.