Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
En un giro dramático en su relato, la joven condenada a reclusión perpetua por el asesinato de su novio dijo que fue su padre el autor material del homicidio. Qué puede implicar para la causa.
No puede decirse que las palabras de Nahir Galarza sean una sopresa. Desde hace meses que la joven condenada a reclusión perpetua por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo, se veía venir que podía ocurrir lo que está ocurriendo: que saliera a acusar a su padre, Marcelo Galarza, de ser el responsable de apretar el gatillo.
En una nota con Infobae, Nahir fue directa. Dijo que su padre persiguió a la moto donde viajaban ella y Fernando y que -ciego de furia- se bajó y le descerrajó dos disparos. Pero esta acusación no alcanza como prueba. Ni siquiera es suficiente en el caso de que el propio Galarza padre se haga cargo del homicidio. Pero ni eso. En otra nota, dejó en claro que él no fue y desconoce por qué su hija realizó semejante acusación.
Asesorada por la letrada Raquel Hermida Leyenda, Nahir también denunció que fue víctima de abuso sexual infantil de parte de su tío.
A la hora de probar el hecho, las pruebas no acompañan a Nahir. El remisero, testigo clave del hecho, no ubica a ninguna otra persona en el lugar. Tampoco refiere haber escuchado ruido de motor. Es decir, no ve a nadie junto a aquella “figura menuda” que vio junto a la moto caída.
El vecino de enfrente, que vio regresar a Nahir pasadas las 5 de la mañana, tampoco ve entrar ni salir a nadie del domicilio de los Galarza. Ni siquiera la vecina, testigo aportada por la defensa de Nahir. Es decir, salvo la mágica aparición de testigos nuevos, nadie vio ni oyó a otra persona.
La Justicia entrerriana tiene probado que Nahir es la asesina de Fernando, y la condena fue ratificada en dos oportunidades: por la Cámara de Casación de Concordia y por el Supremo Tribunal provincial. Resta la sentencia de la Corte Suprema de Justicia y, salvo que la condenada y su defensa abrumen con nuevas pruebas, no se ve una modificación sustancial en la trama.
Eso sí, el impacto mediático es y será grande. ¿Por qué? Porque seguramente -y es una conjetura- Nahir será llamada a declarar por el abuso que denunció. Ese nuevo traslado a sede judicial será cubierto por los medios. O, con mayor certeza, será registrado por las cámaras de la serie documental que tiene todo para comenzar a rodarse en breve, una versión benévola para la joven y con un guion similar a las objeciones que la abogada le hace a la Justicia.