Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Los récords de casos y de muertos siembran alerta en las autoridades, que evalúan nuevas restricciones. Las provincias, la Ciudad, la Corte y la necesidad de establecer consensos POR DANIELA BALLESTER
La jornada de ayer presentó cifras preocupantes: 35.543 casos nuevos a nivel país y 745 víctimas fatales. La segunda ola llegó con más fuerza y ataca a personas más jóvenes. Enfermeros y médicos repiten durante horas en programas de televisión que la franja etaria entre los 20 y los 50 años es ahora la que más preocupa.
El problema que hasta hace una semanas era sólo del Amba y así estaba centrada la discusión se ha trasladado ahora a las provincias y nueve de ellas tuvieron cifras récord en las últimas 24 horas. En la última reunión de jefes de gabinete, Santiago Cafiero le comunicó a sus pares que la situación no da para más, y en este encuentro cargado de tensión la Ciudad de Buenos Aires mostró una actitud diferente a la última vez. Tal vez la razón sean los 3.465 casos en las últimas 24 horas.
Horacio Rodríguez Larreta estaría dispuesto a avanzar en un cierre total de actividades los fines de semana y hasta trascendió la posibilidad modificar la presencialidad escolar, justamente la bandera de Juntos por el Cambio en la Ciudad. Incluso recurrió a la justicia en uno de los momentos de mayor tensión en la relación. La gira por Europa pareció un cambio de aire para el gobierno de Alberto Fernández luego del fallo adverso de la Corte Suprema.
En pocos días finaliza mayo, y Argentina podría tener aproximadamente 17 millones de vacunas, cifra que si bien no es lo que muchos esperaban podría permitir cubrir a gran parte de la población. Pasar los meses complicados desde lo climático y volver a las temperaturas más cálidas y la ansiada primavera que promete una mejor situación. Mientras tanto, el Congreso avanza en una ley que establezca lineamientos en busca de consenso para futuras restricciones
El mundo nos ha demostrado que no hay fórmulas mágicas. El cierre de actividades, que debe ir acompañado de la ayuda económica del Estado para que sea posible, es lo único que funciona. Simplemente sucede que cuando la realidad se impone es un poco más fácil establecer consensos y el número de casos del día de ayer atemorizó a todos.