Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Mientras Maradona pasaba otro día más encerrado en su habitación, ningún médico atinaba a tomar alguna medida concreta. Gianinna Maradona exige poder ir a visitarlo, pero Cosachov y Díaz le cortan el acceso a todos los hijos alegando un exitoso tratamiento. A Diego le dejan de controlar la frecuencia cardíaca: será clave unas horas más tarde.
“Hola! ¿Cómo están? Por acá yo molestando nuevamente… ¿Alguien tiene novedades de papá? ¿Las visitas siguen sin poder ser a nuestras ganas de estar con él, sino respetando su espacio?” escribe Gianinna Maradona en el grupo de whatsapp que compartía con los médicos de cabecera. Es que, como comentábamos en las notas anteriores, había muy pocos reportes de lo que pasaba con la salud de su padre. Si estaba acostado, deprimido, de mal humor, pero sin ingerir alcohol, la dupla Cosachov-Díaz consideraba que el plan marchaba con éxito.
El psicólogo Carlos Díaz fue el encargado de contestar: “Hola Giani! ¿Cómo va? Estuvo de buen humor y con ganas de estar solo. Me parece que tenemos que seguir respetando su espacio entendiendo que (sólo por hoy) se vienen cumpliendo los dos objetivos que son la correcta toma de medicación y el alcohol cero.” La hija menor de Diego aceptó la indicación, y quien agregó un comentario desde Italia fue su hermano, Diego Maradona Junior. “Hoy indudablemente la cosa más importante es que no reaccione mal y que tenga la tranquilidad para seguir tomando medicación y no consumir alcohol. Entiendan igualmente que nosotros de nuestra parte de hijos tenemos ganas de compartir aunque sea poquito tiempo” escribió.
“Queremos que sepa que sus hijos no estamos en su contra” escribe Gianinna, todavía sin estar convencida de no poder ir a visitar a su papá. “Es importante mandarle un mensajito, que sepa que están con él” le comenta Cosachov, quien agrega que en la semana van a ir a verlo para cambiarle la medicación, y ahí recién van a decidir el tema de visitas.
“Las hermanas también estamos con él” pone Kitty Maradona, la única hermana de Diego que formaba parte del grupo íntimo familiar con los partes médicos. Ese iba a ser el último mensaje que tuvo ese grupo de whatsapp, creado el día que Diego recibió el alta en la clínica Olivos. Nunca más hubo diálogo en ese grupo.
La que no respetó la decisión de no visitarlo y se cortó sola, fue Verónica Ojeda. La madre de Dieguito Fernando ingresó al barrio privado, pero poco pudo hacer. El panorama no era bueno. Maradona había dormido hasta las dos de la tarde, se despertó, tomó la medicación y continuó en la cama.
“¿Sigue durmiendo?” le pregunta Luque a Jonatan Espósito a las siete de la tarde. “Si, tomó un té con galletitas y siguió durmiendo. No salió en todo el día” fue la respuesta.
Lo que dice el sobrino de Maradona no es un detalle menor. La frecuencia cardíaca de Maradona se tomó el 21 de noviembre, y recién nuevamente el 24 a la noche. Resultan llamativos los reportes repetitivos, de rutina y casi por compromiso de los enfermeros en el grupo de whatsapp “Tigre”, con todos los profesionales de Swiss Medical.
Mientras Luque, el sobrino de Maradona y la propia familia está inquieta por ver que Maradona está encerrado en su pieza todo el día sin levantarse, los enfermeros de la obra social ponen que está de buen humor y que continúa durmiendo, sin tomarle la frecuencia cardíaca como corresponde. Lo que en ese momento parecía un detalle, en tan solo unas horas iba a ser una cuestión trascendental.
Los otros que vivían en un mundo increíblemente optimista y paralelo, eran la psiquiatra Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz. Y lo reflejan en el chat:
Cosachov: Ayer habló con Matías re lúcido
Díaz: Si, me dijo que hay una posibilidad de hacer un streaming de Konami
Cosachov: Luque no te hablo más, ¿no?
Díaz: No, está en otro level
Cosachov: Nosotros más terrenales, pero sacamos al gordo adelante.
Cosachov: ¿Qué les dice a las hijas? ¿Por qué no las ve?
Díaz: Quiero dejarlas al descubierto, que les chupa un huevo
Cosachov: ¿Gianinna también?
Díaz: No, ella la banca. Hoy fue Ojeda, re invasiva.
Cosachov: Que conchuda
Este era el panorama 48 horas antes de que muera Diego Armando Maradona.
Los enfermeros de Swiss Medical copiando y pegando reportes en el grupo por protocolo. Los médicos de esa prepaga leyendo las actas de enfermería pero sin hablar ni aportar indicaciones. Gianinna Maradona inquieta por no poder visitar a su padre, pero respetando el pedido de Cosachov y Díaz de dejarlo tranquilo, pese a que ya habían pasado varios días. Ojeda que no le hacía caso a nadie, pero que tampoco lograba activar a Diego. Y Luque, amigo de los convivientes de la casa, que sin hablar con nadie se mantenía al tanto de la salud del paciente, pero sin tomar el control del mismo.