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Mesaglio, actor de “Cebollitas”, tiene el rodado que perteneció a Maradona en su vivienda de Luján. Sus anécdotas junto al Diez.
Acostumbrado a estar en televisión desde los 7 años, Diego Mesaglio vivió momentos de éxitos supremos. “Chiquititas”, “Rebelde Way” o “Floricienta”, fueron los programas en los que brilló y que le permitieron construir una carrera.
En una ocasión, “Corcho” (así se llamaba su personaje en Chiquititas) dijo en una entrevista que su sueño era conocer a Maradona, que por aquellos años jugaba en Boca. Dalma y Giannina eran fanáticas del programa y también de su personaje, así que Mesaglio un día recibió un llamado de Claudia. Le dijo que lo esperaba en Habana y Segurola para ir al entrenamiento xeneize. Eso derivó en una amistad con toda la familia, que incluyó una aparición sorpresa de Diego en el cumpleaños de 15 de la hermana del lujanense.
Y conserva una reliquia, que vio en el estacionamiento de la casa del Diez. “Jugábamos ahí abajo y vi una moto gigante. Dije: ‘Quiero esa moto’. Subí y le empecé a preguntar cosas sobre la moto, como cuando uno le pide algo a la abuela. Y me dijo ‘Cuando cobres, vení'”. Cuando cobró su salario, Mesaglio -un adolescente- fue a la casa de Maradona. “Era una moto muy buena, pero me la cobró como que te diga, a plata de hoy, 2 mil pesos. Me dijo: ‘La compraste vos, no te la regalé”.
Hoy, con 39 años, el joven oriundo de Luján, da clases de actuación y convive con la esperanza de recibir un trasplante de córnea. Un accidente doméstico y una mala praxis provocaron que perdiera la visión de un ojo. Pero sigue luchando.