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Con un triplete de Agustín Ruberto y un fútbol ofensivo, los chicos dirigidos por Placente quedaron eliminados del Mundial.
Con la frente alta y sin reproches. La selección sub 17 cayó en semifinales del Mundial de Indonesia frente a Alemania tras empatar 3 a 3 en los noventa minutos regulares y perder desde los doce pasos. Un equipo solidario y con muchos momentos de buen juego que mereció más.
Argentina comenzó perdiendo 1 a 0 pero logró darlo vuelta con dos golazos de Agustín Ruberto, goleador del certamen con 8 goles en 6 partidos. Pero dos errores (uno del arquero Florentín en la salida y otro del lateral Villalba en un despeje) le permitieron a los germanos dar vuelta el marcador.
Ahí es cuando emergió la figura del arquero teutón, que tuvo algunas intervenciones brillantes. En especial un zurdazo de Mastantuono y un disparo de la gran figura del Mundial, Claudio Echeverri, que salió a quemarropa.
Pero en el séptimo minuto de descuento se juntaron dos de River: el Diablito y Ruberto, que definió con maestría para estampar el 3 a 3 final que llevaría el partido a definición por penales.
En esa lotería erraron Mastantuono y Echeverri, dos de los mejores del conjunto albiceleste. Para Argentina atajó un penal Franco Villalba, quien había ingresado un minuto antes del pitazo final. No alcanzó, pero el equipo mostró juego, coraje y futuro.