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El conjunto que dirige Dorival Junior no pudo contra el elenco liderado por Gustavo Alfaro en Los Ángeles. El Scratch fue superior y dispuso de chances, pero careció de puntería ante un conjunto que se cerró en el fondo y logró un resultado histórico.
Brasil fue más que Costa Rica, pero no pudo quebrar al equipo centroamericano que jugó muy ordenado en el fondo y logró mantener su valla en cero. La Verdeamarelha controló las acciones y mereció la victoria.
Dispuso de chances y estuvo el polémico gol anulado por posición adelantada de Marquinhos. Fue un sorpresivo empate del elenco sudamericano ante el conjunto que tiene el plantel más joven del torneo y ya hizo historia.
El entrenador argentino Gustavo Alfaro se mostró exultante en la conferencia de prensa posterior al partido. “Cuando vinimos el otro día a la conferencia de prensa tome la precaución de que, más allá de que se hubieran publicado las dimensiones que iba a tener el campo de 100×64, pedí al chofer que nos llevaba de la conferencia de prensa que si me podía parar en la cancha porque quería ver el estado de grama, de cómo se encontraba y, fundamentalmente, las dimensiones. Cuando vi que era una cancha de poco espacio entre área grande y las posiciones de las bandas laterales. Entonces obviamente a un equipo que trata de tener amplitud en el campo, abriendo con sus extremos el campo, como hace Brasil para estirarlo defensivamente. Con una línea de cinco, se hacen más cortos los espacios para poder recorrerlos. Cuando uno tiene una línea de cuatro, más allá de que se puedan sacar cinco o seis metros dentro de la cancha, los desplazamientos lateral son distintos”.
Y se mostró esperanzado respecto de la juventud de su equipo. “Yo estoy en un comienzo similar a esa situaciones, hoy por hoy fue una prueba. Yo les decía a estos chicos, salvo el caso de Calvo y Joel Campbell, el resto eran las primeras batallas que daban de esta naturaleza. Con la responsabilidad que significa esto, las apuestas eran 80 a 20 u 82 a 18. La diferencia era muy grande y sabíamos que era muy grande. El tema era que en la cancha hagamos lo humanamente posible para tratar de igualarlo. Lo hicimos cuando no teníamos la pelota, no lo hicimos cuando tuvimos la pelota”, remató el rafaelino de 61 años.