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El xeneize jugó con diez desde los 15 minutos del PT por la expulsión de Marcos Rojo. El Millonario fue ampliamente superior.
En el Superclásico, a Boca le salió todo al revés. A los 16 minutos de partido se quedó con un hombre menos. Marcos Rojo, jugador de experiencia internacional, se hizo expulsar de forma infantil por una doble amarilla evitable que modificó el curso del partido. Sebastián Battaglia reconfiguró, sacó a Cardona y remó un partido desfavorable de entrada.
A eso hay que sumarle el gol de Julián Álvarez. Pateó desde la casa y el arquero Agustín Rossi, con reacción tardía, vio cómo River abría el marcador. Antes del final del primer tiempo, Rossi volvió a equivocarse, esta vez en la salida con los pies, y Casco construyó una jugada que el propio Álvarez finalizó dentro de la red. 2 a 0 y fin del partido.
A pesar de que faltaba jugar todo el segundo tiempo, dio la sensación de que el Millonario reguló. Bajó una marcha, y aún así pudo marcar varias veces más. Carrascal malogró un mano a mano clarísimo, Angileri estrelló una tijera en el palo. Todo era de River.
El descuento de Carlos Zambrano llegó de carambola y a segundos del final del partido. En el regreso de los hinchas a la cancha, todo fue fiesta para River.