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El equipo albiceleste dominó pero no pudo conseguir el triunfo. El gol, Lionel Messi con un tiro libre impecable.
El debut en la Copa América mostró el mismo partido que se jugó por Eliminatorias hace diez días. Argentina volcada en ataque y Chile a la defensiva. El resultado y el desarrollo fueron los mismos: la albiceleste dominó y generó peligro pero cuando no chocó con Claudio Bravo sus delanteros se ahogaron en la ineficacia. Fue 1 a 1.
El gol argentino lo marcó Lionel Messi con un tiro libre excelso. Y la tercera fue la vencida. En el partido anterior tuvo dos ejecuciones en el mismo lugar, salvo que una la sacó el arquero y la otra dio en el travesaño. Esta vez fue un golazo. Y el astro argentino pareciera hacer todo: juega, corre, asiste, gambetea, patea. Y no parece del todo acompañado.
Otra vez volvió a fallar la defensa. Los laterales (Montiel y Tagliafico) demasiado vulnerables; los marcadores centrales (Otamendi y Martínez Quarta) retrocedieron mal en todas las jugadas, y en parte por ese motivo vino el gol de Chile, después de una patada descontextualizada del 3. Pateó Vidal, atajó Dibu Martínez y en el rebote fue Eduardo Vargas quien la cabeceó a la red.
En ataque, ni Lautaro Martínez ni Nicolás González pudieron concretar. El primero, demasiado solo, está obligado a chocar contra todo lo que se mueve. El segundo, movedizo, generó mucho pero sin poder hacer el gol. Faltando 12 minutos ingresó el Kun Agüero, pero su ingreso tuvo a poco.