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A los 9 minutos de partido ganaba 2 a 0 y dominaba. Se lo empataron en la última.
No pudo haber un comienzo mejor. A los 3 minutos de partido, un cabezazo certero de Cristian Romero abrió el marcador; a los 9 una jugada dentro del área chica definida por Leandro Paredes estiró la ventaja. En Barranquilla, Argentina ganaba 2 a 0 y Colombia no sabía qué hacer.
El equipo comandado por Lionel Scaloni movía la pelota e imponía condiciones. En el trascurso de esa primera mitad Yerry Mina saltó con impotencia a buscar una pelota y golpeó al arquero Emiliano Martínez, que tuvo que ser retirado de la cancha y luego enviado a una clínica a hacerse una tomografía. Ingresó Agustín Marchesín.
El segundo tiempo arrancó con un panorama distinto. El experimentado Nicolás Otamendi pegó un codazo innecesario y alevoso que Luis Muriel cambió por gol. Y Argentina se retrasó en la cancha. Mientras tanto, David Ospina -arquero colombiano- se convertía en la figura absoluta de la cancha: sacó no menos de 5 situaciones clarísimas. Era todo celeste y blanco.
Desde el banco el DT hizo cambios que retrasaron aún más al equipo. Salió Romero (única garantía defensiva) lesionado e ingresó Juan Foyth, que en la última jugada del partido tuvo para reventar una pelota y dar por finalizado el partido pero eligió salir jugando. La perdió, vino el centro y el gol de Miguel Borja. Silbato y final.
Fue 2 a 2. Un premio excesivo para Colombia y un castigo para Argentina, que mereció más por juego y por resultado. La albiceleste sigue segunda en las Eliminatorias, a 6 puntos del inalcanzable Brasil, que anoche derrotó 2 a 0 a Paraguay.