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Se realizaron dos allanamientos en Villa Zavaleta en busca de una madre y su hija que vendían paco, cocaína y marihuana en el barrio.
La investigación comenzó en abril al detectar en la zona la comercialización de diversas drogas. A partir del trabajo de campo se identificó a las dos mujeres narcos, se registraron sus movimientos y su modo de venta .
“La Misionera”, como se hacía llamar por ser oriunda de esa provincia, era quien manejaba el negocio, y su hija de 27 años era quien se encargaba de las ventas. La droga la entregaban en su casa, donde vivían junto a los tres hijos de la joven.
Los compradores podían acordar previamente por teléfono su visita o iban directamente a la vivienda familiar y golpeaban la puerta para ser atendidos.
Las mujeres tenían otro domicilio a 200 metros, no habitado, que funcionaba como búnker para guardar y fraccionar la droga. En el barrio se comentaba que “La Misionera” se jactaba de ser una mujer inteligente para el negocio narco y difícil de agarrar por la policía aunque ya había sido detenida anteriormente.
Al allanar el búnker se encontraron 72 dosis de cocaína, 69 envoltorios con pasta base, 55 gramos de marihuana, elementos de corte y una agenda con anotaciones de las transacciones. La líder fue detenida en ese lugar.