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El hombre que emborrachó, drogó y le robó a Maradona cayó preso por agredir a la policía en San Isidro. Quién es este delincuente que Diego tuvo a su lado durante su internación. Los esfuerzos por alejarlo, audios reveladores y las trompadas con su sobrino.

El 1 de Noviembre del año 2017 en el barrio Pompeya de la localidad de Merlo, cuatro delincuentes a bordo de una Ford Ecosport se dispusieron a robar una casa de la calle Aizpurúa. Para ingresar, uno de los integrantes de la banda simuló ser un empleado de Metrogas, y entabló diálogo con la señora de la vivienda diciéndole que venían a controlar los medidores, y que necesitaban una factura del servicio.
Aprovechando ese descuido, los ladrones ingresaron a la casa, golpearon al dueño de la misma, y ataron a la esposa y a la empleada doméstica que estaban en el lugar. Se robaron plata y un anillo de oro, y comenzaron con la fuga. El hijo de la familia robada estaba llegando a la casa, y vio los movimientos. Persiguió la camioneta de los delincuentes y la embistió, al mismo tiempo que dio aviso a la policía, quien llegó rápidamente al lugar.

De los cuatro ladrones, uno solo pudo escapar: Carlos Ibáñez, alias Charly, la pareja de la prima de Rocío Oliva. A la hora de declarar, la familia víctima el robo reconocío a Ibañez como el ladrón que se había disfrazado de operario de Metrogas para engañarlos. Desde ese momento estuvo prófugo para la justicia, y usó un documento falso para, entre otras cosas, poder ingresar a los barrios privados donde vivía Diego Armando Maradona.
Hasta ayer por la noche, Carlos Ibáñez permanecía prófugo. El pedido de captura activo saltó este jueves por la noche cuando la policía bonaerense, en una de sus recorridas nocturnas por el barrio de Boulogne, vio a cuatro jovenes apoyados en un auto y procedió a identificarlos. En ese momento, la situación se puso violenta, los jóvenes empezaron a revolear piedras y el patrullero pidió refuerzos para que asistan al lugar.
Tras detener a las cuatro personas, la policía les encontró dos pistolas 9 MM, die proyectiles intactos, dos pares de guantes y dos equipos de handys. Estaban listos para robar.
Carlos Ibañez y Diego Armando Maradona
Cuando Alberto Fernández anunció el comienzo de la cuarentena, allá por Marzo del 2020, la gente que manejaba a Maradona decidió reforzar el equipo de convivientes para controlar más de cerca a su representado.Diego, que venía ocupado física y mentalmente con la dirección técnica de Gimnasia de la Plata, se quedó de golpe como todos los argentinos encerrado en su casa y sin poder recibir visitas, por la pandemia. Ese fue, entre otras cosas, el comienzo de su deterioro.

Sus depresiones eran sumergidas en alcohol, exceso de pastillas para poder dormir, y muy cada tanto algún cigarrillo de marihuana. El empleado -que cobraba sueldo- cama adentro y encargado de monitorear los comportamientos de Maradona, era justamente Carlos Ibáñez, que hizo de todo… menos cuidarlo.
Si bien todas las mañanas Diego y Charly salían de la mano a caminar, de noche la situación era un infierno. Leopoldo Luque y Nicolás Taffarel, el kinesiólogo, se cansaron de pedirle a Matías Morla que alejen a Ibañez de al lado de Maradona, porque cuando él estaba, “Diego explotaba”. Aunque Diego no pidiera alcohol, Charly iba y le ponía una botella de vino todas las noches, pese a saber de la adicción que tenía.
Es Charly también el que descontroló a Maradona con la medicación. Pastillas a la carta, sin avisarle a los médicos. Luque, después de varios meses, requiere la presencia de Agustina Cosachov, justamente para corregir esos desbarajustes.
Carlos Ibañez es un delincuente. Y Maradona también lo sabía. El propio Diego se dio cuenta de que un día la caja fuerte estaba abierta. No solo eso, hubo un episodio recordado por quiénes vivieron con Maradona, en donde el diez se dio cuenta de que Charly se había robado los auriculares inalámbricos del ipad. Diego le dijo a Charly: “O aparecen o te vas”.
A “Charly” no lo quería nadie, pero tampoco lo echaban. Incluso los famosos audios donde se habla de autopsia, es justamente una muestra de eso. Luque y Taffarel propusieron diagramarle unos estudios de sangre a Maradona, para que salte el consumo de marihuana, y así poder asustar a Charly para que deje de manipularlo. “Si se muere, eso salta” le dijo Luque a Ibañez para intentar hacerlo recapacitar.
¿Cómo pudo un delincuente estar tanto tiempo y con una responsabilidad tan grande al lado de Maradona? Es una de las preguntas que son causa de su deterioro, y de por qué terminó como terminó. También es cierto que el propio Maradona insistía que Charly esté en la casa, porque era la única persona que lo tenía en contacto con Rocío Oliva, su última pareja, a través de un celular con el cúal se encerraba en el cuarto para hablar a solar con ella.

Finalmente, Charly fue alejado de la vida de Maradona. Un día, a finales de Septiembre, tuvo síntomas de gripe, y acusando posible contacto estrecho de covid, le dijeron que no venga más. Ni siquiera lo ponían al tanto de las mudanzas de barrio privado, para intentar sacárselo de encima.
Charly se fue de la casa de Maradona con una clara muestra de lo que es: Un ladrón. Se llevaba en un bolso remeras, pantalones y camperas de Gimnasia de la Plata, hasta que Verónica Ojeda lo descubrió y se lo hizo devolver adelante de todos los empleados de seguridad, y de su sobrino Jonatán Espósito, otro que varias veces quiso agarrarse a trompadas con Ibañez.