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Se realizó una inspección en una óptica ubicada en el Barrio 31 en la que trabajaba un falso oculista. El lugar fue clausurado y el hombre quedó detenido.
El consultorio oftalmológico de nombre “Daichu” funcionaba en un primer piso de la calle Alpaca al 500. Al ingresar al lugar había 5 pacientes esperando ser atendidos y se encontraron aparatos médicos de ese especialidad. El hombre que trabajaba allí no poseía título médico y ejercía la medicina de manera ilegal.
La óptica funcionaba todos los días de la semana y esporádicamente se organizaban jornadas oftalmológicas los fines de semana. A través de redes sociales se invitaba a los vecinos del barrio a concurrir al lugar para ser atendidos con promociones.
El estafador vendía el combo completo: medía la visión, recetaba y realizaba los anteojos correspondientes a un precio que variaba entre los $4.500 y los $20.000.
Personal del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) que participó de la inspección explicó que al no ser médico la actividad que realizaba era muy peligrosa para la salud visual de los clientes. Un mal diagnóstico podría llegar a generar enrojecimiento de los ojos, mareos, visión doble, náuseas, e incluso provocar lesiones permanentes e irreparables en la visión.
Los aparatos que se utilizaban en el consultorio trucho fueron secuestrados. El local fue clausurado y el falso oculista, de 39 años y nacionalidad peruana, quedó detenido.