Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Las imágenes y la historia se volvieron virales. Si tenés alguna duda de cómo juega el hijo del dueño, mirá el video.
El Zibo Cuju FC, de la segunda división del fútbol chino, se popularizó alrededor del mundo con un destacado lugar en las páginas deportivas. No fue por sus resultados ni por su épica o sus resultados deportivos, si no más bien por una historia que trasciende los límites del campo de juego. O no tanto.
¿Qué no haría un padre para complacer a un hijo? Aquellos que son padres pueden responder la pregunta con facilidad. Y si encima ese padre tiene los medios económicos y la disponibilidad para hacerlo, adelante. He Shihua, el empresario que compró el club que ocupa el último lugar de la tabla de la segunda división china y podría perder la categoría este año, obligó al entrenador Hongyi Huang a incluir en el equipo a su hijo
Por supuesto, donde manda marinero no manda capitán. Huang no se pudo negar y a los 74 minutos de un partido que empataban 1 a 1 hizo entrar al muchacho. Las imágenes del joven dieron la vuelta al mundo. Con un evidente sobrepeso (pesa 126 kilos), el volante creativo goza de una displicencia exasperante y no duda en exponer a sus compañeros cuando no le devuelven la pelota como él pretende. Con tendencia a jugar de primera, sus pases a un toque por lo general terminaron en los pies de los rivales.
Lo bueno: el Zibo Cuju FC, ignoto hasta hace poco y con severas chances de descender, se hizo conocido en todo el mundo.