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La selección derrotó a Francia en la final del mundial y se coronó campeona del mundo por tercera vez en la historia.
Se sufrió más de la cuenta. Argentina bailó a Francia durante 75 minutos de juego, tramo en el que dominó y en el que se puso 2 a 0. En un pestañeo, el equipo europeo empató el partido con dos goles de Mbappé (un penal y una volea magistral). Y al suplementario.
En el minuto 110, Lionel Messi sacó fuerzas de quién sabe dónde y marcó el 3-2, que todos pensamos definitivo. Pero en el minuto 118 Gonzalo Montiel tapó con el codo un disparo lejano y otra vez Mbappé lo cambió por gol. Pero eso no es todo: en la última pelota el Dibu Martínez tuvo la atajada más espectacular de la historia. Le tapó un mano a mano infernal a Kolo Muani que llevó el partido a penales.
Desde los 12 pasos la figura del marplatense se agigantó. Le tapó el remate a Kingsley Coman y Aurelien Tchouameni lo tiró afuera. Dos penales errados y el consagratorio en los pies de Montiel. Argentina ganó así su tercera estrella.