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El español obtuvo 21 Grand Slams y se convirtió en el máximo ganador de este tipo de torneo.
Fue un partido maratónico y dramático. De un lado el ruso Medvedev y su juventud, apenas 22 años. Del otro la experiencia de Rafael Nadal, que con 35 años dudaba de presentarse a jugar en Australia, un Grand Slam que estuvo atravesado por la polémica a causa del affaire Djokovic y la vacunación.
El español arrancó dos sets abajo, pero con su habitual gen competitivo fue emparejando el match. Lo ganó en 5 sets y celebró así su Grand Slam número 21, convirtiéndose en el máximo ganador de este tipo de torneo. Superó a Roger Federer, que tiene 20.
Cuando terminó el partido sonrió. Ni gritos ni llantos, apenas una sonrisa enorme y satisfactoria para festejar el triunfo. Felicitó a su rival y prometió hacer todo lo posible para regresar a Melbourne el año que viene, con 36 años y la cabeza intacta.