Marcos Rojo y la Copa Argentina: una historia de amor

Con los hermanos, con los recolectores de basura, en la calle, con el cheque colgado en la pared de su casa. El defensor central está enamorado del trofeo.

A pesar de las declaraciones explícitas de Luis Advíncula al besar la Copa Argentina (“Te voy a hacer el amor”), menos sexual y más amoroso es el vínculo que Marcos Rojo entabló con el galardón obtenido con el xeneize el pasado miércoles en Santiago del Estero ante Talleres.

Primero se lo vio con la Copa en la mano por las calles de Quilmes. Aseguran testigos que el defensor central mundialista bajó de la camioneta de Agustín Almendra y se puso a cantar con vecinos. Incluso hay foto con recolectores de basura del municipio.

Más tarde se llevó la Copa a la casa de su familia, y fueron sus hermanos quienes pudieron tomarse una foto con el trofeo. Esto sin contar que colgó en su casa el cheque gigante que la organización le da a los clubes ganadores. El video lo subió su hermana, Mica Rojo

Por último, a la mañana siguiente desayunó con mate, facturas y -por si fuera poco- la Copa Argentina en la misma mesa. Lo que se dice una verdadera historia de amor.