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El joven de 17 años iba como acompañante en una moto junto a su primo y fue asesinado de un disparo en la espalda por delincuentes que intentaron robarles en plena vía pública.
Dos primos que se dirigían rumbo a una juntada de motocicletas en los bosques de Ezeiza fueron asaltados por motochorros, que intentaron sustraerle el vehículo y le dispararon por la espalda a uno de ellos, que viajaba como acompañante. Cristian Ibarra, de solo 17 años, murió en el lugar.
Ocurrió en el Barrio Uno de dicha localidad a la 1 de la madrugada cuando Cristian y su primo Kevin circulaban a bordo de su moto Honda Wave. La idea era juntarse en el parquizado que queda a la vera de la autopista Riccheri, pero decidieron sumarse al grueso de los motociclistas, que se dirigió hacia los bosques de Ezeiza por la calle La Noria.
Lograron avanzar 400 metros y fueron interceptados por dos hombres, que iban a bordo de una Yamaha YTZ, uno de ellos con campera gris y otro con casco naranja y el dibujo de un dragón. Les exigieron su propio vehículo y detonaron dos veces. Kevin, de 19 años y quien manejaba la moto, cerró los ojos y aceleró, pero su primo -de 17 y que viajaba como acompañante- comenzó a descompensarse. Cayeron al piso y el menor de ellos estaba sin vida cuando arribó el Comando Patrulla.
Según describe el oficial, se trata de una zona que no posee reductores de velocidad ni semáforos y que es oscura, sin luz natural ni artificial, con mucha maleza. Tampoco hay cámaras. Es decir, se trata de un punto ciego.
La escena del crimen dejó rastros contundentes: una moto manchada de sangre, una zapatilla, un casco abandonado y las vainas servidas que probarían la secuencia fatal. El caso quedó caratulado como “homicidio agravado y tentativa de robo” en la UFI N.º 2 de Ezeiza.