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Mientras la actividad volcánica se agrava diariamente, cerca de 400 hogares fueron arrasados por la lava y unas 6.000 personas debieron ser evacuadas, afectando 240 hectáreas de la isla.
La crisis y el desastre desatado por la imprevista erupción del volcán Cumbre Vieja, en la isla La Palma de Canarias, sigue siendo preocupante en esa zona de España y promete una situación catastrófica de no mediar cambios en el corto plazo.
Ahora, dos nuevas bocas eruptivas, que expulsan “ríos de lava” que se extienden hacia la costa, se abrieron este viernes en el mencionado volcán, informó el Instituto Volcanológico (Involcan) de ese archipiélago español.
El organismo precisó que la lava se extiende durante aproximadamente un kilómetro antes de frenar y seguir avanzando a una velocidad de aproximadamente 60 a 80 metros por hora, según reportó la agencia ANSA.
Las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de protegerse en particular de las cenizas y gases emitidos por el volcán, que pueden ocasionar problemas respiratorios, oculares y cutáneos, por lo que recomiendan permanecer en interiores con puertas y ventanas cerradas en caso de “lluvia de ceniza”.