Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Héctor Cuevas, policía procesado por encubrimiento, pidió la palabra y dio una inesperada confesión que puede cambiar todo.
El juicio por el brutal asesinato y posterior encubrimiento de Lucas González tomó un cauce inesperado. En plena sala, uno de los acusados, el policía Héctor Cuevas, tomó la palabra y brindó información inédita.
Aseguró que el arma plantada en el lugar donde el chico fue baleado por el policía fue plantada por Gabriel Isassi con ayuda de otro oficial que ni siquiera estaba mencionado en la causa, de apellido Torres. Que ambos llegaron en una moto de la Comuna 4 y dejaron el arma -la cual guardaban en un cofre de la comisaría- en el baúl del coche donde se trasladaban los jóvenes.
Cuevas, visiblemente quebrado, dijo que no narró antes estos hechos por temor a que asesinaran a su hija de 12 años. Pidió expresamente que la cuidaran, aseguró que sueña con Lucas todas las noches y pidió perdón a la familia.