“Maldito entorno”: las cinco declaraciones que se vienen

La fiscalía continúa citando a testigos para obtener información acerca de los últimos meses de vida de Maradona. El exnovio de Gianinna, Rocío Oliva y la hermana de Matías Morla, tres de los cinco nuevos convocados a prestar declaración. Quiénes son y qué pueden llegar a decir ante la Justicia.

Ya son más de veinte las personas que se sentaron frente a los fiscales de la causa que investiga la muerte de Diego Armando Maradona. Pasaron médicos, abogados, especialistas en seguridad informática, psicólogos, ayudantes terapéuticos y hasta encargados de prensa. Todo con el mismo objetivo: escuchar su versión acerca de cómo y por qué pudo haber muerto Diego Armando Maradona.

Todos saben algo, todos vieron o fueron comentados acerca del día a día de Maradona, ya sea por su salud o por sus manejos en su vida íntima y para con su familia. 

¿Quiénes van a declarar a partir de la próxima semana?

Luciano Strassera, martes 14 de septiembre: fue novio de Gianinna Maradona entre 2013 y fines de 2015, pero siempre mantuvieron una buena relación, inclusive con su padre. Casi sin querer, un día Maradona le vio en el whatsapp a su hija la foto de Luciano, con buen físico, y le preguntó por él. Su hija le comentó que era personal trainer, y Diego le preguntó si podía entrenarlo. Durante casi seis meses, su ex yerno fue a entrenarlo a su casa dos veces por semana.

Esa decisión no le gustó para nada al  entorno de Maradona ligado a Matías Morla, que sabían que tenían en la casa a alguien de extrema confianza con la hija del Diez.

Strassera llegaba al barrio privado a la mañana y fue testigo de los cambios de humor de Maradona, y de sus estados deplorables tras sus excesos con el alcohol. Sin embargo, su ingreso siempre fue permitido, y elexnovio de Gianinna Maradona visitó más veces a Maradona que su propia hija.

Rodolfo Benvenutti, martes 14 de septiembre: médico, cirujano y director de la clínica privada Nuestra Señora de la Merced, en Martín Coronado, partido de Tres de Febrero. Íntimo de Víctor Stinfale, quien dejó en las manos de este médico, y en varias oportunidades, la salud de sus padres, quienes fueron atendidos en esa institución.

Benvenutti aprobó al equipo de neurocirujanos que operó a Maradona del hematoma subdural.

Benvenutti fue con Stinfale a la clínica Olivos, y el abogado penalista se lo presentó a Maradona como el mejor de todos. Diego no dudó: “A mi me opera Luque o no me opera nadie” dijo. Stinfale y Benvenutti asintieron, se retiraron, y le informaron a Luque -con el aval de Gianinna Maradona- que él no iba a operar a Diego. Finalmente, este médico dio la aprobación del equipo de neurocirujanos que operó a Maradona del hematoma subdural.

Rocio Oliva, jueves 16 de septiembre: su declaración fue postergada porque debía cumplir cuarentena tras un viaje al exterior. La última pareja de Maradona conoce, como pocos, el manejo intramuros que había con Diego.

Después de la postergación de su declaración, está citada para el jueves 16 de septiembre.

Maximiliano Trimarchi, lunes 21 de septiembre: fue el último chofer de Maradona y su entorno. Trasladaba a quien fuera necesario: desde la psiquiatra Cosachov hasta Verónica Ojeda con Dieguito Fernando. Además, es el hermano de Andrea Trimarchi, la contadora del estudio de Matías Morla. 

Fue paciente del psicólogo Carlos Díaz, y la recuperación de su adicción a las drogas fue uno de los argumentos para que el profesional de la salud se acerque a Maradona. Su vivienda de Colegiales fue allanada en diciembre, y la fiscalía incautó uno de sus celulares.

Vanesa Morla. martes 22 de septiembre: es la hermana de Matías y la pareja de Maximiliano Pomargo, la mano derecha de Maradona hasta sus últimos días. Todo pasaba por ella: los pagos a los médicos, las compras del supermercado, la compra de los remedios, y cualquier tipo de factura que se haya necesitado.

“Se queda 180 y me da 20” por el retorno del sueldo que Vanesa Morla le exigía a Leopoldo Luque. 

De las conversaciones que constan en el expediente, está comprobado que Vanesa Morla se quedaba con un porcentaje del sueldo de Leopoldo Luque, a quien le hacían transferir una vez que le depositaban el sueldo un retorno para su caja de ahorro personal. Ni siquiera Matías Morla estaba enterado de esta maniobra, y se enteró leyendo el expediente, con su apoderado ya muerto. “Mirá si me voy a ensuciar por 10 lucas” contesta el abogado cuando le preguntan por ese retorno. La relación de Morla con su hermana Vanesa cambió desde la muerte de Maradona. 

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