Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Los conductores que estacionan en la vía pública se ven obligados a pagar por el cuidado de su vehículo porque tienen miedo a posibles represalias como rayones, abolladuras o vidrios rotos. MIRÁ EL VIDEO
Se trata de una de las zonas con más movimiento los fines de semana por la concentración de restaurantes, bares y boliches. Y reúne la mayor cantidad de denuncias por la actividad de “trapitos”, que incluso realizan amenazas y agresiones.
Los conductores que estacionan en la vía pública se ven obligados a pagar por el cuidado de su vehículo porque tienen miedo a posibles represalias como rayones, abolladuras o vidrios rotos. Las tarifas van de $1.000 a $2.000 dependiendo el horario, la zona y la cantidad de espacios en la calle que estén disponibles.
Uno de los “trapitos” dijo que cobra “según la pinta” de las personas: le pide más dinero a quiénes él considera que tienen mayor poder adquisitivo.
El Código Contravencional de la Ciudad aprobado en 2018 prohíbe “prestar servicios de estacionamiento sin autorización legal”. Al tratarse de una contravención en principio no hay detención a menos que se trate de una persona que haya reincidido en la actividad ilegal en menos de 72 horas. Para realizar actas de infracción se debe encontrar a los cuidacoches “in fraganti” haciendo señas para que un vehículo estacione o recibiendo dinero de las personas que viajan en el mismo.
En total se labraron 55 actas contravencionales en el operativo realizado este fin de semana por la División Contravenciones y Faltas contra el Orden Público de la Policía de la Ciudad.