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El Ciclón despidió al entrenador, que revolucionó al club con resultados pero que no viene haciendo buenas campañas. Bronca en Boedo
La noticia: Rubén Darío Insúa dejó de ser el director técnico de San Lorenzo de Almagro, club del que es hincha e ídolo desde hace al menos 40 años. El Gallego volvió a Boedo en un momento más que difícil para el club, y lo revolucionó.
Con un discurso simple, lo salvó del descenso (una posibilidad más que concreta por las campañas anteriores), potenció jugadores juveniles (Leguizamón, Perruzzi, Irala, Hernández, Luján, Giay son solo algunos de los nombres), le vendieron piezas claves y se arregló con lo que había, clasificó al club a la Copa Sudamericana y a la Libertadores después. Y eso el hincha cuervo no lo olvida.
El recambio en la dirigencia y la asunción de la gestión comandada por Marcelo Moretti se ubicó de la vereda de enfrente desde un primer momento. Tal vez por política, quizás por gustos futbolísticos, porque también es cierto que los planteos defensivos de Insúa resultaron eficaces en un principio pero San Lorenzo ganó solo 8 de los últimos 39 partidos. Muy poco.
Esta decisión dolorosa para los hinchas fue tomada a sabiendas de que el Ciclón no jugará de local por un mes. De esa forma se neutraliza cualquier reclamo o apoyo para un DT que es y fue mucho más que eso. Y también da tiempo para buscar un técnico.