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Se realizaron 16 allanamientos en busca de los integrantes de una banda que realizaba “entraderas” en domicilios de personas mayores. Se hacían pasar por policías, obreros o empleados de alguna compañía de servicios para engañar a los vecinos y pasar desapercibidos.
La investigación se inició a principios de este año tras la denuncia de un hombre de 92 años que había sido víctima de un violento robo en su casa en el barrio de Núñez. Los delincuentes aprovecharon que el señor había salido a hacer las compras e ingresaron a la vivienda utilizando copias de sus llaves. Cuando el dueño volvió a su hogar los asaltantes lo sorprendieron, lo golpearon y le desvalijaron la casa.
A partir del análisis de las cámaras de seguridad de la zona la policía pudo identificar la patente del vehículo en el que se trasladaban los ladrones. Le hicieron un seguimiento y detectaron que el auto quedó estacionado en el barrio de La Boca durante 30 días. Luego uno de los delincuentes llevó el vehículo a un lavadero de Avellaneda y al día siguiente lo utilizaron para cometer una nueva “entradera”.
Con esa información más los datos obtenidos al intervenir alrededor de 20 líneas telefónicas se pudo determinar el organigrama de la banda y conocer el lugar de residencia de sus integrantes.
Se sospecha que la banda contaba con un informante que no sólo les brindaba datos de los objetivos sino que también les entregaba copias de las llaves de las viviendas que iban a robar. Los delincuentes estudiaban en detalle el barrio y los movimientos de las víctimas y también de sus vecinos antes de realizar la “entradera”. Actuaban a plena luz del día y se vestían de policías o de obreros para ingresar a los domicilios sin levantar sospechas. Se trataba de una banda que era muy agresiva con las personas asaltadas: las ataban de pies y manos y las amenazaban con armas.
Los allanamientos se realizaron en los barrios de La Boca, Villa Urquiza y Parque Chas, y en las localidades bonaerenses de El Jagüel, San Justo, Dock Sud, La Plata y Sarandí. También se allanó el Penal de Ezeiza porque era un preso quien le vendía a la banda de “los simuladores” direcciones y datos de los posibles objetivos para robar.
En un conventillo de La Boca se encontraron un revólver, una pistola y 200 balas. Allí había un vehículo con pedido de secuestro y en su interior, escondido en una media, un manojo de llaves de casas.
También se secuestraron 1450 dólares, 72 mil pesos, más de 10 celulares, 9 relojes de marcas importadas, cadenas, pulseras, anillos y 4 automóviles. En total fueron detenidos 6 miembros de la banda.