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Una batalla campal se desató en plena final de un torneo amateur. Al errar el último penal y perder el campeonato, un grupo de jugadores atacó con piñas y patadas al árbitro.
Una batalla campal se desató en plena final de un torneo de fútbol amateur en la provincia de Córdoba cuando, al errar el último penal y perder el campeonato, un grupo de jugadores atacó con piñas y patadas al árbitro, mientras que también golpearon a uno de los dirigentes del club que había entrado a separar.
El episodio ocurrió en un partido jugado en Colonia Tirolesa, Córdoba, correspondiente a un torneo amateur, categoría Libres, que se disputó el martes por la noche en el club Sportivo Tirolesa.
Según informaron los medios locales, se esperaba una jornada de festejos y premiaciones en el cierre de la 52° edición del torneo, pero todo cambió tras la definición por penales cuando, por motivos que no fueron dados a conocer, se desató una batalla campal.
Tras el gol que le dio el triunfo al campeón, los jugadores del equipo perdedor salieron corriendo a agredir al árbitro, Daniel Guiñazú, mientras que el responsable de la organización y presidente de la Liga Regional Colón, Gustavo García, ingresó a la cancha a separar, pero también fue brutalmente golpeado. Guiñazú se encontraba fuera de peligro, aunque con secuelas de golpes en rostro y cuerpo.