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A los 10 minutos un agarrón a Paredes en el área fue cambiado por gol. Luego, el desastre.
A nada de comenzado el partido, Leandro Paredes se levantó de un córner al grito de “penal”. Nadie lo vio, nadie protestó: solo él. El VAR dio penal para Argentina y Messi lo cambió por gol. Éramos felices a los 10 minutos del PT.
A los 21′, Alejandro Gómez se tiró contra la banda para recibir un pase de Nicolás Otamendi. El Papu levantó la cabeza y visualizó la carrera de Lionel Messi a espaldas de la última línea. La Pulga recibió, encaró al arquero Mohammed Al Owais y con una exquisita definición rompió la resistencia en lo que parecía ser el 2-0 para la Albiceleste.
Cerca de la media hora, el Papu metió un pase filtrado exquisito que Lautaro le picó al arquero. Era un golazo, pero el VAR lo anuló por un hombro. Literalmente: por un hombro. A los 34 lo mismo: Martínez gambeteó al arquero pero otra vez se anuló.
Héroe y villano del Mundial, el VAR es protagonista excluyente.