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La industria del cable de cobre mueve miles y miles de pesos. El valor de dicho metal está atado al precio del dólar, por eso se convirtió en un objeto codiciado. MIRÁ EL VIDEO
Se realizaron inspecciones en metaleras de Constitución y Retiro por el robo de cables de teléfono e internet de la vía pública para su posterior venta como cobre. Estos lugares se dedican a la compra y venta de metales, papeles y chatarras, pero también adquieren cables de teléfonos e Internet robados. El precio de estos materiales está atado al precio del cobre, que sube a la par del dólar, por eso son materiales muy requeridos.
Por la compra de cables telefónicos no se pide ninguna documentación por lo que las organizaciones que los roban se presentan en el local y los ofrecen sin mayores complicaciones. El valor de compra ronda entre los $400 y $900 el kilo de cable telefónico quemado, mientras que la posterior venta como cobre ronda en los $1000 el kg. El cable no quemado se paga un 20 por ciento menos ya que el plástico que envuelve a los cartílagos de cobre aumenta el peso.
Se inspeccionaron 15 galpones y chatarreras de Retiro y Constitución, donde funciona el polo metalero. En uno de los lugares, ubicado en San José al 1400, se encontraron varios bolsones repletos de distintos materiales: papeles, metales, fierros y cobre. Dentro de una de esas bolsas había 40 kilos de cables telefónicos ya quemados para ser vendidos como cobre. El precio de venta sería de $40.000.
Otro de los comercios inspeccionados, en la calle Lima al 1000, tenía casi 20kg de cable sin quemar y dos baterías de gel de 32kg cada una. Las baterías se compran alrededor de $65 el kg y se utiliza el cobre que hay en su interior para su posterior venta. En Retiro, uno de los depósitos estaba repleto de bolsas de basura y desguace. Allí se encontraron casi 20kg de cobre.
Se clausuraron cinco depósitos y se secuestraron más de 118kg de cable de cobre robado..