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Fue 2 a 0 en un partido en el que los orientales impusieron condiciones tácticas y físicas. El martes, contra Brasil.
Fue un planteo de ajedrez. De un lado, Marcelo Bielsa, un Gran Maestro. Del otro, Lionel Scaloni, campeón del mundo. Argentina recibió a Uruguay en la Bombonera por la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Y perdió 2 a 0.
El DT rosarino que dirige a la Celeste planteó un partido con marcas hombre a hombre en la mitad de la cancha para evitar la circulación de pelota del equipo argentino. Marca feroz individual por toda la cancha y salida de contra rápida.
Durante el PT, Uruguay tuvo al menos tres llegadas claras al arco defendido por Dibu Martínez. En la cuarta vino el gol, con una recuperación del lateral izquierdo, un centro bajo y la llegada de Araujo, el lateral derecho que conectó por el otro lado. Más bielsista imposible.
En el ST, Scaloni -superado en juego- dispuso cambio de fichas: entró Lautaro Martínez y salió Mac Allister. Es decir, ingresó un delantero y salió un volante. A los diez minutos del complemento el banco uruguayo contrarrestó esta estrategia con otro cambio y anuló cualquier reacción albiceleste.
El segundo gol fue una contra. Una pelota filtrada por De la Cruz, que puso a correr a Darwin Núñez y aprovechó de esa manera una de las mayores virtudes del delantero del Liverpool, que definió entre las piernas del arquero. 2 a 0 y a esperar el martes contra Brasil de visitante.