Es la hora de hablar: los imputados, cara a cara con la Justicia

Los siete profesionales de la salud que tuvieron a cargo la vida del ídolo, serán indagados por los fiscales del caso desde la próxima semana. El médico Leopoldo Luque será el último en brindar su testimonio.

Sabían que Maradona se iba a morir y no hicieron nada para evitarlo. De eso se trata la nueva carátula de la causa: homicidio simple con dolo eventual, que prevé una pena de entre 8 y 25 años para quienes sean encontrados culpables. Son 26 los cuerpos del expediente, con 10.400 hojas y más de 42 mil audios que sirvieron como prueba para darle forma a la nueva acusación. 

La carátula por la muerte de Diego es homicidio simple con dolo eventual: es decir, sabían que se iba a morir y no hicieron nada para evitarlo.

Los imputados son siete y desde el próximo 14 de junio desfilarán por los Tribunales de San Isidro para ser indagados por los fiscales: Leopoldo Luque, médico de cabecera de Maradona, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la coordinadora de Swiss Medical, Nancy Forlini, Mariano Perroni, el coordinador del sector enfermería, y los dos enfermeros que se rotaban para vigilar a Maradona: Ricardo Almirón y Dahiana Madrid.

Haber llegado hasta esta instancia en libertad no deja de ser relevante. La nueva acusación hizo que el juez de garantías, Orlando Díaz, les prohíba a todos salir del país, pero haber estado sujetos a derecho durante la etapa de instrucción fue tenido en cuenta a la hora de no solicitar ninguna prisión preventiva. 

Leopoldo Luque era el médico de cabecera de Diego Maradona.

La junta médica fue lapidaria con el equipo médico tratante (Luque, Cosachov y Díaz) pero también habló de una internación domiciliaria deficiente. Se especula con que las indagatorias serán el momento en donde los imputados intenten deslindarse de responsabilidades, acusándose unos a otros, como ya dejaron ver en las apariciones públicas. 

La nueva grieta en la causa Maradona será de médicos contra médicos: Luque, Cosachov y el psicólogo, Carlos Díaz, intentarán dejar en claro que había un médico clínico de la obra social monitoreando el día a día del ídolo en un grupo de whatsapp (que no incluía a los médicos de cabecera de Maradona) junto a los enfermeros y los ayudantes terapéuticos. 

Agustina Cosachov, la psiquiatra que atendía al Diez.

Resulta llamativo que se haya hablado tan poco de este punto. El ritmo cardíaco de Maradona comenzó a mostrar una llamativa taquicardia 48 horas antes de su muerte, y a nadie le llamó la atención. Si para la fiscalía la muerte del astro era evitable – así lo afirma en su conclusión la junta médica – no puede no haber una negligencia en el equipo de médicos y enfermeros que estuvieron con Maradona las 24 horas de sus últimos días de vida.

Por su parte, los enfermeros y coordinadores de la empresa MEDIDOM, contratada por Swiss Medical para llevar adelante la internación domiciliaria de Maradona, irán con el argumento de que hicieron lo que Maradona y su entorno les permitieron hacer. Eso incluye aceptar los malos humores del paciente, la poca tolerancia a los controles y la negativa de ser monitoreado cada cuatro horas, como el manual de enfermería lo indica en una internación domiciliaria. 

Si para la fiscalía la muerte del astro era evitable – así lo afirma en su conclusión la junta médica – no puede no haber una negligencia en el equipo que lo atendía.

Más allá de la parte médica, la fiscalía investiga un homicidio con dolo, es decir, con intención. Es por eso que no se descartan -después de las indagatorias y en base a los testimonios que brinden los acusados- nuevas imputaciones. Maxi Pomargo, secretario personal de Maradona y cuñado de Matías Morla, aparece en muchos de los chats que diagramaron la vida del Diez durante su último tiempo de vida. 

No se descartan nuevas imputaciones para acercarse a Matías Morla, objetivo de Dalma, Giannina y de Mario Baudry, abogado de Verónica Ojeda.

La imputación de alguien del llamado “entorno” de Maradona sería el primer paso para acercarse a Matías Morla, el objetivo de Dalma y Gianinna, y también de Mario Baudry, esposo de Verónica Ojeda, abogado de Dieguito Fernando, e impulsor de muchas medidas de instrucción en esta causa penal, que se aproxima a un juicio oral después de esta etapa que está por comenzar. 

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