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Detuvieron a la banda de “La Larva”, una organización que se dedicaba al narcomenudeo y que tiroteaba a quienes no le obedecían. En total son 10 detenidos.
El ataque comando que conmovió a la ciudad de Rosario durante el fin de semana comenzó cerca de las 4 AM de la madrugada del sábado, cuando dos hombres encapuchados manejando una moto negra tipo enduro, pasaron frente a la Seccional 12 de la Policía de la ciudad de Rosario, una comisaría ubicada en El Barrio de Ludueña, una de las zonas más calientes de la ciudad.
Los delincuentes, armados ambos, descargaron una ráfaga de aproximadamente 15 tiros contra el frente y los vehículos estacionados. Tres de esos balazos impactaron contra un patrullero que se encontraba estacionado con un policía adentro y al menos siete dieron contra la puerta y la fachada de la comisaría.
Tras oír los disparos, el policía agredido, que de casualidad no resultó herido, cargó a su compañero en el patrullero y entró en persecución de la moto, mientras irradiaba la frecuencia al comando radioeléctrico que organizó un operativo cerrojo. La Unidad Regional 2, Rosario, desplegó patrullas de comando y grupos multipropósito GTM, cerrando virtualmente todos los caminos de huida para la moto que, viéndoselo encerrada, se fugó a gran velocidad por distintas arterias de la ciudad, doblando en calles menores.
En determinado momento el acompañante saltó del vehículo y huyó a pie, mientras el que manejaba fue capturado en la intersección de Gustavo Cachet y Carranza. Este hombre es argentino, mayor de edad, y con antecedentes penales. Al ser detenido, se averiguó los datos de su domicilio, en la calle Montevideo, donde se realizó el primero de una serie de allanamientos en busca de armas y cómplices. El hombre vivía en el fondo de un conventillo, que funcionaba como aguantadero, cubierto de chatarra y montañas de basura. Durante la requisa, en el fondo de un placard de madera se encontraron dos chalecos antibalas con las correspondientes placas de kevlar (luego se supo que habían sido robados en un robo a un policía en otro episodio violento.), una pistola marca Bersa modelo Thunder calibre 40 cargada con 11 municiones, y gran cantidad de munición suelta.
Pocas horas después de este hecho, y con el líder de la banda tras las rejas, los delincuentes volvieron a atacar. Cerca de las 15 horas otra moto repitió el mismo modus operandi en el mismo barrio, pero en otra seccional, esta vez, se trató de la comisaría 24, que en plena luz del día del sábado fue baleada.
Este segundo hecho sumado al primero, movilizó una gran respuesta policial. Entró en acción la Agencia de Investigación Criminal, junto con la Fiscalía de la ciudad, en una revisión exhaustiva de todas las causas investigadas en el barrio de Ludueña. Bajaron tropas y grupos especiales de toda la provincia y se buscó dar una respuesta ejemplar, logrando en tiempo récord 50 órdenes de allanamiento para todos los delincuentes investigados en la zona. Las Tropas de Operaciones Especiales ingresaron en simultáneo a casas sobre las calles Perú, Provincias Unidas, Junín, Humberto Primo, Magallanes, todas lindantes al barrio Ludueña y Villa Banana, donde se refugiaban los delincuentes que suelen asolar esos barrios.