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Derrotó al local Inglaterra por penales nada menos que en Wembley. Los dirigidos por Roberto Mancini obtuvieron este título continental después de 53 años.
Antes de entrar, los hinchas ingleses cometieron todo tipo de desmanes para lograr ver la final entre su país e Italia por la final de la Eurocopa nada menos que en Wembley. Hubo represión y disturbios, y también un partido, que comenzó de maravillas para los dirigidos por Gareth Southgate, que a los 2 minutos de partido se pusieron en ventaja con un golazo de Luke Shaw.
Pero el resto del partido fue aburrido, soso, con ambos equipos temerosos de lo que podía ocurrir. Casi sin jugadas de peligro ni tiros al arco. Hasta que un rebote después de un corner fue capturado por Leonardo Bonucci, que estampó el 1 a 1 definitivo.
Y llegaron los penales, en los que se hizo gigante la figura de Gianluigi Donnarumma, que atajó dos penales para la coronación de su equipo por 3 a 2. Para los ingleses erraron Rashford, Sancho y Saka, y justo los dos primeros ingresaron al partido para patear desde los doce pasos.
Después del fracaso que significó no clasificar al Mundial de Rusia en 2018, Italia obtuvo la Euro tras 53 años de la mano de su DT, Roberto Mancini, con un arquero enorme (elegido mejor jugador de la competencia), con los centrales Bonucci y Chiellini, con Jorginho como termómetro del mediocampo y con Insigne e Immobile en la delantera.