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Perdió 3 a 0 contra un Mineiro que fue mucho más y que evidenció falencias estructurales en el fútbol argentino.
La derrota de River dejó al fútbol argentino sin semifinalistas en Copa Libertadores después de once años. La última vez había sido en 2011, y el Millonario era el último representante nacional en el torneo continental más importante.
Fue 3 a 0 y un global de 4 a 0 a favor del equipo brasileño dirigido por Cuca, que anoche no pudo contar con una de sus figuras, Nacho Fernández, expulsado durante la ida en el Monumental. El partido fue dominado de principio a fin por Matías Zaracho y -sobre todo- por Hulk, imparable y sutil.
Mineiro marcó tres golazos: el primero es una chilena de Zaracho; el segundo con una vaselina notable de Hulk y el tercero con una palomita del exjugador de Racing. Pudieron ser más, pero Franco Armani tuvo una destacada noche y salvó la caída de su arco.
Es imposible dejar de mencionar que Mineiro llegó a esta instancia de Copa porque fue beneficiado flagrantemente ante Boca en los octavos de final. Sin ese robo (en la Bombonera y en el Mineirao) otra sería la cuestión.