Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
Después de un empate agónico de parte del local y una definición excelsa, el Ciclón espera por el ganador de River y Platense.
Argentinos Jrs era el favorito. Su juego y sus resultados lo habían ubicado en ese lugar. Había salido primero en su zona, y eso le garantizaba jugar de local. Y así fue que recibió al irregular San Lorenzo, sumido en una crisis institucional mayúscula, con su presidente licenciado por corrupto y un plantel que durante la semana no se entrenó un día por falta de pago.
Pero el fútbol son noventa minutos. Y allí el Bicho no logró imponerse. Si bien tuvo la posesión de la pelota no logró incomodar al arco defendido por Orlando Gill. Para peor, Iker Muniain demostró toda su clase e hilvanó una jugada con Herrera, que depositó un centro hermoso en la cabeza del goleador Andrés Vombergar. A falta de 20 minutos, 1-0.
Como era esperable, los dirigidos por Miguel Russo se refugiaron en su área, y el local -que tenía dominio y juego prolijo, se tentó a tirar centros a la olla. El árbitro dio 6 minutos de descuento, y en el quinto vino el empate con un cabezazo del goleador del torneo, Tomás Molina, que desató la locura en La Paternal y forzó definición por penales.
Fueron 16 ejecuciones desde los doce pasos, todas ellas con una calidad excelsa. Cada penal era una obra de arte, hasta que llegó el turno de Maxi Romero, que lo anunció demasiado a media altura e hizo lucir al golero paraguayo del Ciclón, una de las figuras de su equipo y del campeonato. Fue 8-7 para San Lorenzo y pase a semis, donde espera por el ganador de River o Platense.