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Bocinazos, abrazos, algarabía y un grito de gol que nos hermana. Murales y alegría popular: Diego Armando Maradona vive.
Argentina es un país tan pasional que la gente gritó un gol con 35 años de delay. La conmemoración de la obra de arte pergeñada por el más grande jugador de todos los tiempos cumplió años: tres décadas y media de inolvidable pasión, de imborrable nostalgia, que se acrecienta porque su autor, Diego Armando Maradona, no está entre nosotros.
En Caballito, en los clubes de fútbol (San Lorenzo y Boca, por caso, armaron sus propios homenajes) pero sobre todo en la calle se gritó el gol. Bocinazos, algarabía. Un pequeño instante de memoria colectiva y algarabía nostálgica. Un homenaje al deportista emblemático que más nos dio.
En La Matanza, en Villa Palito, en Los Hornos, en los barrios populares. Murales, homenajes, concentraciones. Diego Armando Maradona, 35 años después, está más vivo que nunca.