Confirmado: las elecciones en Tucumán serán el próximo 11 de junio
El análisis de Andrés Repetto sobre el primero de los tres debates que se dieron entre el actual presidente de Estados Unidos y el candidato demócrata.
Fue el primero de tres debates presidenciales en los Estados Unidos, y se puede decir que fue el debate de las interrupciones. No hubo intercambio de ideas claras. Algunos medios cuentan que el presidente Trump interrumpió a Biden más de 70 veces.
Siempre se habla en estos casos quién fue el ganador y quién fue el perdedor. Creo que depende de qué iba a buscar cada uno de los candidatos. La imagen de Trump estaba muy golpeada por el escándalo de los impuestos revelado por el New York Times, que pagó apenas 750 dólares de impuestos en 2016. Biden dijo en un momento que Trump pagaba menos impuestos que un maestro de colegio.
Lo más peligroso es que quedó en duda la transparencia del proceso electoral de un país que se ha vanagloriado de ser la democracia perfecta, e incluso de buscar exportar esa democracia a como de lugar en distintas partes del mundo. Desde hace mucho tiempo, y lo dejó marcado en el debate, Trump pone en duda el proceso de votación y habla de “fraude”. Duda que él acepte el resultado electoral y esto es un golpe durísimo a la democracia porque es el propio presidente constitucional quien duda de esto. La pregunta pertinente es por qué no hace algo para evitar que esto ocurra si está en el poder con las herramientas.
En una de las tantas frases fuertes que se cruzaron, Trump sentenció: “Esto no va a terminar bien”. En un país con la gente armada hasta los dientes donde hubo ya hubo enfrentamientos armados entre partidarios y detractores del presidente. ¿Qué significa que esto no va a terminar bien?. Si a esto le sumamos que por la pandemia se va a votar por correo y que los resultados tal vez no se conozcan en la madrugada del 3 al 4 de noviembre. ¿Qué puede pasar?. Me parece que es muy peligroso y vamos a tener que estar atentos a lo que suceda después.