La educación no formal como pilar del desarrollo nacional

Un exhaustivo análisis con datos y tendencias acerca de los desafíos que enfrentan los institutos formadores y la educación. Por Hernán Martini, Director del Observatorio de la Cámara Argentina para la Formación Profesional y la Capacitación Laboral.

Cuando el mensaje interpela a nuestra identidad, conecta a las personas entre sí, incluso a aquellas que piensan distinto. La educación, en su sentido más amplio, tiene ese poder. Por ello, es crucial dar el debate sobre lo que esperamos de la educación y sobre las expectativas que la comunidad educativa tiene respecto al resto de los actores en la sociedad.

Sin embargo, para poder dar estos debates de manera constructiva, es esencial garantizar el funcionamiento pleno de todo el sistema educativo y siempre pensar en dotarlo de cada vez más recursos. Solo así podremos asegurar un sistema fuerte, accesible y preparado para enfrentar los retos del futuro.

Los actores de la educación no formal, con una marcada vocación de contribuir al desarrollo social y económico, tienen mucho que aportar al sistema educativo. De hecho, los socios de la Cámara Argentina de Formación Profesional y Capacitación Laboral consideran que la educación no formal puede contribuir al desarrollo y la mejora del país en varios aspectos.

La reciente Encuesta de Educación No Formal 2024 destaca esta percepción: la mayoría de los institutos señalan la capacidad de la educación no formal para fomentar el aprendizaje continuo y la adaptabilidad, con 53% de las respuestas, y para proporcionar habilidades prácticas y actualizadas para el mercado laboral, con un 52%. Además, es un hecho que las universidades cada vez más miran la formación de habilidades y competencias complementarias a sus currículas de grado, reconociendo que la educación no formal cumple un rol fundamental en facilitar la inserción laboral y en complementar la educación formal con enfoques prácticos. Esto refleja su importancia en la creación de un mercado laboral más inclusivo y diversificado.

Las condiciones económicas del país han obligado a los institutos de formación profesional a adaptar sus modelos operativos. La mayoría ha recurrido a la reducción de costos, lo cual puede implicar una baja en la calidad del servicio, mientras que otros han optado por reducir personal o aumentar precios. Sin embargo, el contexto ha llevado a muchos de estos institutos a adoptar un enfoque cortoplacista. Según la encuesta, el 45% de los institutos se enfocan en objetivos a corto plazo debido a las circunstancias actuales, mientras que sólo un 15% considera el impacto de sus decisiones en un horizonte de cinco a diez años. Esta limitación impide planificar estratégicamente y refuerza la necesidad de un entorno económico y político más estable que permita una visión a largo plazo.

Uno de los temas que más consenso ha generado es la necesidad de un rol estratégico del Estado en el sector. La encuesta muestra que solo un 5% de los encuestados considera que el Estado no debería intervenir, subrayando una casi total coincidencia en la importancia del apoyo gubernamental. El 61% de los institutos aboga por que el Estado implemente políticas para integrar la educación no formal en el sistema educativo, mientras que el 46% favorece la creación de alianzas entre el sector privado y el educativo. Estos datos resaltan un llamado claro a la acción estatal para estructurar y fortalecer un sector que impacta directamente en la empleabilidad y en la reducción de las brechas regionales.

La promoción de la internacionalización de la educación no formal puede no solo diversificar los ingresos, sino también posicionar a Argentina como un referente en capacitación profesional en la región. Esto sólo será posible con un sistema robusto, con profesionales de excelencia, respetados en el mundo, y que nos abren puertas para transmitir lo que aprendemos y creamos en nuestras instituciones

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