Hoy se cumplen 35 años del gol más emotivo de la historia del fútbol argentino

El 22 de junio de 1986 Argentina le ganó 2 a 1 a Inglaterra y Diego Armando Maradona se elevó a la categoría de dios indiscutido del fútbol mundial.

Hacía calor. Ese 22 de junio de 1986 Argentina jugaba contra Inglaterra por los cuartos de final del Mundial 1986. Aquel mediodía, en el Estadio Azteca se jugaba mucho más que un partido de fútbol. Las heridas de la absurda guerra eran frescas, de apenas 4 años antes. Y los jugadores lo sabían.

El capitán, un hombre de poco más de un metro sesenta de altura, reunió a sus compañeros y en la arenga los llamó a ganar por “nuestro pibes que murieron en Malvinas”. Había tensión, en el campo de juego y en las tribunas, donde los hinchas argentinos se trenzaban con los hooligans a puño limpio.

Un partido algo chato, hasta que Dios bajó y le prestó una mano a Diego, que saltó por encima del arquero Peter Shilton y arcó el primero. La simulación fue tan perfecta que solo el 1 inglés y un defensor protestaron. Y siguen protestando 35 años después. Pero ese primer tanto quedaría en anécdota.

A las 13.09 del DF mexicano (las 16.09 en una Buenos Aires invernal) Dios volvió a bajar, pero esta vez se corporizó en Diego Armando Maradona, que eludió a todos los rivales. Eludió a todas las adversidades que tuvo en su vida, gambeteó a la pobreza, a las adicciones para marcar el gol más bello en la historia de los mundiales y pasar a la categoría de mito.

Lo llamaron “El gol del siglo”, pero para los argentinos fue mucho más que eso: fue una reivindicación, fue pasión, fue emoción, fue pisarle la toga al poderoso, fue pararse ante el invasor inglés. Cierto que fue solo un partido de fútbol, y que incluso los jugadores ingleses se rindieron ante tamaña obra de arte, pero para el pueblo ese gol quedó tatuado para siempre. Es remera, es tatuaje, es leyenda oral. Es mucho más que eso.

Hoy, 22 de junio de 2021, se cumplen 35 años de aquella perla. Y su creador ya no está entre nosotros. Se lo extraña por siempre jamás.

Read Previous

Neuquén: un soldado con coronavirus organizó una fiesta clandestina

Read Next

La Ciudad habilitó el padrón para la vacunación de mayores de 40 años sin comorbilidades